La producción de circuitos eléctricos es una tarea delicada que exige precisión y calidad por parte de…
Descubriendo los circuitos electrónicos flexibles
La tecnología de los circuitos electrónicos flexibles se encuentra en plena expansión. También conocidos por las siglas en inglés FPC (Flexible Printed Circuit), estos componentes tienen múltiples aplicaciones. Ámbitos como el del sector sociosanitario, las telecomunicaciones o la electrónica de consumo son solo tres ejemplos de las áreas de la industria que incorporan esta tecnología.
Gracias a la electrónica impresa, es posible aplicar fácilmente en superficies flexibles, circuitos y otros componentes. Y ello sin afectar a la flexibilidad del sustrato, que puede ser papel, tejido, plástico o metal. Dadas sus ventajas, los FPC están sustituyendo progresivamente a los circuitos electrónicos rígidos. A continuación, se establecen las diferencias entre ambos tipos de componentes.
Circuitos electrónicos flexibles versus rígidos
Una placa de circuito impreso consiste en un soporte o sustrato sobre el que se instalan diversos componentes electrónicos. Todos ellos se conectan mediante pistas conductoras fabricadas con láminas de cobre. El sustrato de los circuitos electrónicos rígidos impide su deformación, lo que aumenta su vida útil. Son el tipo de circuito más utilizado.
A diferencia de los circuitos rígidos, los componentes de los FPC se colocan sobre un sustrato flexible. Este suele ser de un polímero denominado poliimida, altamente resistente a la temperatura y la tracción. Las pistas del circuito, o conductores eléctricos, son de cobre. Finalmente, sobre el circuito se coloca una capa de material flexible a modo de protección.
Entre las ventajas de los PCB (Printed Circuit Board) flexibles está su capacidad para deformarse. Gracias a ello, se adaptan a cualquier espacio por muy irregular que sea. Es una facilidad que no tienen los circuitos rígidos. Otra de sus cualidades es que son más ligeros que los PCB rígidos, dada su forma y el material del sustrato.
Los circuitos electrónicos flexibles son más duraderos que los rígidos, ya que aguantan mejor las tensiones mecánicas y las vibraciones. Asimismo, presentan una elevada resistencia al calor, a las interferencias electromagnéticas y al uso en exteriores. Estas características son muy importantes en equipos del sector sociosanitario y en la industria automovilística.
Sector sociosanitario: la revolución de los circuitos flexibles
En 2030 se prevé que el volumen de negocio de los parches y textiles electrónicos para el sector sociosanitario supere mundialmente los 2000 millones de dólares. Esta tecnología solo ha sido posible gracias al desarrollo de los circuitos electrónicos flexibles.
Los parches electrónicos cutáneos se adhieren a la piel gracias a un adhesivo. Se emplean para monitorizar parámetros como la frecuencia cardíaca, la presión sanguínea o la respiración. Dadas sus características, son fáciles de usar y cada vez cuentan con una mayor autonomía. Por su parte, las denominadas «prendas inteligentes» permiten controlar el ritmo cardíaco y otros indicadores fisiológicos. Son más cómodas que los parches y tan estéticas como las prendas normales.
Electrolomas es especialista en el desarrollo y fabricación de circuitos electrónicos flexibles y cableado desde 1997. También se realizan montajes electromecánicos para diversos sectores relacionados con la salud, como maquinaria dental, médico-estética, equipamiento para laboratorios y soluciones para la movilidad autónoma. Asimismo, los profesionales de la empresa están especializados en la fabricación de sistemas de vigilancia y acceso. Contactar con la empresa si se desea más información.